
En un mundo perfecto llevaría horas caminando por las calles de
New York city con los
Smashing Pumpkins en mis auriculares y gente de diversas
nacionalidades compraría mis libros. No existe el mundo perfecto. Aún. Pero existen mis paredes púrpura y mi mochila mágica donde además de apuntes siempre hay un libro y un cuaderno. Existen los momentos que
dedico al día a escribir. Existen las canciones
maravillosas y mi imaginación desbordante. Existen
Mulder y
Scully persiguiendo a los monstruos con un
cazamariposas. Existe el helado de pistacho y los largos paseos a ninguna parte. Existen los sueños. Existen las ciudades
inexistentes. Existen mis ganas. Existe el número 42 y la luna llena. Existen los lápices de colores. Existen las cosas muy picantes y los héroes anónimos. Existen los
brownies calientes y el
Onlimit en la Judería. Existe Filosofía y letras. Existen los poetas muertos y
Allen Ginsberg con
chistera. Existe el "Don't
give up" y las páginas de miles de libros. Existe el papel y las calles recién amanecidas. Existo. "
No hay otros mundos pero sí hay otros ojos".
Y a partir de aquí, monstruos.
i.